Antes de hacerme vegana no sabía cocinar platos muy elaborados solo tallarines, arroz, una salsa bolognesa y....eso.

Para poder alimentarme bien y comer cosas ricas me vi en la obligación de aprender.
Si bien hay muchos lugares para poder ir a comer no se puede ir todos los días, así que me propuse salir de mi monotonía culinaria y comencé la búsqueda de videos, páginas y blogs.



En esta búsqueda es como encontré a La Dimensión Vegana, una página que contiene muchas, pero muchas recetas, el plus es que graban videos mientras cocinan y los suben para que todas sigamos paso a paso la receta. Son videos breves y amigables que de verdad te hacen sentir que si puedes cocinar.

En esta ocasión preparamos la receta para hacer un seitán básico y siguiendo el paso a paso, nos quedó perfecto, gracias a estos espacios, el veganismo es accesible y no para de crecer.

Sacamos a los animales de nuestra cocina y ponemos ricas y fáciles preparaciones libres de muerte.

Cuando tomamos la decisión de ser veganas lo hicimos por una razón ética más allá de nuestros paladares,  pero demostrar que existen posibilidades de alimentos libres de ingredientes de origen animal es una manera de promover el veganismo.

Comer queso es un gran placer, este queso untable es realmente suave, cremoso y delicioso, con galletas o en pan queda bien. Esta vez les presentamos dos sabores: pimentón rojo y albahaca de Vegania Slowfood , este queso es rico en fierro, bajo en grasas, bajo en sodio, bajo en calorías, cero colesterol, buena fuente de proteínas vegetales. 100% libre de lácteos y lactosa, libre de gluten, libre de caseína, 100% vegano, libre de preservantes, estabilizantes, ingredientes artificiales o aditivos de cualquier tipo.


Esta vez la presentación la hicimos sobre pan de molde, teniamos invitados a casa ¡No podían creer que no tuviera leche cuando probaron el queso!

¿Por qué celebrar? ¡Es solo un queso!

Algunas personas no entienden que las veganas celebremos este tipo de productos y es que desconocen lo que hay detrás de la industria láctea: vacas inseminadas una y otra vez, madres que lloran porque les arrebatan a sus hijos, esclavitud y miseria.

Las alternativas están, los animales no pueden esperar.

Nos encanta veganizar recetas, como habíamos escrito en el post Bienvenidos Inmigrantes, en la feria tenemos de todo para hacer esta receta peruana, aunque partimos con esta idea el resultado fue distinto porque revisando el refrigerador vimos que teníamos algunas cosas, así que nos decidimos a improvisar y aprovechar lo que había: algo de tofu, un zapallo italiano, zanahoria, pimentón y cebolla, compramos donde los amigos peruanos tallarines y jengibre.

Esta receta es simple y rápida, pero no menos sabrosa, los pasos son:

1. Lavamos y cortamos las verduras.
2. Cortamos el tofu en cuadrados y lo sellamos a fuego fuerte en el wok, una vez sellado agregamos la salsa de soya y el jengibre rayado.
3. Ponemos a cocer los tallarines entre 15 a 20 minutos.
4. Agregamos los pimentones, la zanahoria y la cebolla, después de un rato el zapallo, no hay que recocer las verduras para que queden crocantes, salpimentamos.
5. Finalmente los fideos ya escurridos los agregamos al wok para que se impregnen del sabor.

Servimos y agregamos un maní que teníamos, para alejarnos aun más de la receta clásica peruana
¡No tengas miedo en modificar las recetas y agregarle tu propio sello!

La quinoa aunque no es realmente un cereal es considerado como tal por su apariencia y forma de comerlo tiene su origen en el altiplano y fue junto con la papa unos de los principales alimentos del imperio inca, dentro de sus propiedades destaca su alto aporte en fibra, proteínas, grasas y carbohidratos, minerales como potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc, también aporta vitaminas B y E.

La quinoa es absolutamente versátil ya que puede ser usada en preparaciones saladas, como acompañamiento, en ensaladas, en preparaciones dulces o incluso como harina para panes tortas o galletas, las posibilidades son infinitas solo hay que ser creativo.

1. Importantísimo: lavarla hasta que suelte una espuma blanca llamada saponina que recubre las semillas, esto es importante porque de no hacerlo nos quedará amarga (en algunos locales la venden ya lavada).
2. Vamos a usar la misma medida que para el arroz, una taza de quinoa por 2 de agua.
3. La sazonamos dependiendo en que la vayamos a usar, puedes hacer un sofrito, agregar un caldo, verduras o nada para que quede neutra.
4. La hervimos por aproximadamente 20 minutos, cuando la semilla ha doblado su tamaño es porque está lista, lo mejor es ir probando.
5. Colamos y listo.

Ya tenemos nuestra quinoa lista, cuéntanos acerca de tu experiencia y compártenos tus preparaciones.